jueves, 25 de abril de 2013

Ticas



Los miércoles son mis días libres y ayer aproveché para verme con Nicole, una tica que está aquí en Jakarta (que yo sepa solo somos cuatro en Indonesia). Se ofreció a pasar por mí y antes de llegar, me escribió que ella y el chofer chocaron (es común que la gente que tiene carro, tenga chofer), y estaba como en shock. Yo sabía que esto de fijo pasaba a cada rato porque las calles son una locura, pero cuando nos vimos me explicó lo que pasó y fue mucho peor de lo que pensaba…

Las motos andan como a 3 cm de los carros y es normal, pero esta se acercó demasiado a la llanta izquierda de adelante y los chocó. La moto salió para un lado y el señor se cayó en la autopista, y el carro (es un fortuner) le pasó por encima con las dos llantas del lado izquierdo. Dice Nicole que sintió donde el carro se levantó y ni tuvo tiempo de reaccionar, que solo vio que él quedó tirado y los carros que venían atrás tuvieron que pegar un frenazo para no volverlo a atropellar y el chofer en lugar de parar, aceleró y se dio a la fuga… Se atacó a llorar y cuando Nicole le pidió que llamara al 911, él solo respondió “police problems”…

Esto paso literalmente 5 minutos antes de recogerme.

Cuando llegamos al restaurante, él le pidió permiso a Nicole para ir a comer, cosa que nunca hace (me refiero a pedir permiso), y creemos que de fijo en lugar de comer, se fue a rezar. 

Fuimos a almorzar a un restaurante turco buenísimo y después nos fuimos al Skye Bar, una terraza en el piso 56 del Grand Indonesia (uno de los 7 mil malls que hay aquí). Está recomendado por todo lado para extranjeros como uno de los mejores bares/restaurantes de Jakarta porque la vista es increíble y el lugar es muy bonito, pero súper turístico.




Nos quedamos tomando sangrías hasta la noche (obviamente los tragos más caros que hay en la ciudad, la cuenta salió en 200,000 ruphias, que son como $20) y el tiempo se nos fue volando.



Estuvimos hablando de las cosas que nos parecen locas, como eso que pasó de camino a recogerme, como que cada vez que llueve todo se inunda y la gente saca hasta lanchas a la calle, como que no soporto todavía ver a la gente comer con las manos, como aquí los aviones se estrellan y a nadie le parece raro, palabras en bahasa que hemos aprendido, la obsesión de los asiáticos con los grupos de pop coreanos, que aquí sirven el azúcar líquida (en lugar de polvo o granos), que a los millones de gatos de las calles les cortan la cola y se ven horribles, que aquí absolutamente todos fuman, que el concepto del tiempo aquí es diferente, las presaaas…. Que aquí cualquier enfermedad se cura con masajes y descanso, miles de detalles que no nos dejan de sorprender. Y yo le estuve contando todo lo que he aprendido viviendo con una familia musulmana… Definitivamente fuera de mi zona de confort y me encanta. 

Encontrarse con un tico aquí es casi un milagro, y poder compartir la experiencia con alguien que entiende perfectamente de que se trata porque lo está viviendo también, es un chuzo. Además de que me hacía demasiada falta hablar español. 

Nos devolvimos a mi casa como a 10 por hora, creo que el chofer todavía estaba asustado y quedamos en volver a vernos, esperemos que si! 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario