El primero de junio comenzó con un
vuelo a Ho Chi Minh (también se le dice Saigon), una ciudad en el
sur de Vietnam, para toparme con Andrea y así comenzar este viaje.
A esta argentina la conocí mi primera
semana en Jakarta. Ella también estaba con Aiesec, trabajando en una
compañía primero en Malasia y después en Indonesia. Ese día
hablamos un poco de nuestros planes de viajes y por pura coincidencia
teníamos la misma idea para las mismas fechas. Encontré a mi
compañera para esta aventura. Después fuimos a Bali y comprobé que
estamos igual de locas, así que iba a funcionar perfecto.
El sábado llegué al hostel un poco
tarde, en la madrugada, después de pelearme con el taxista porque me
quería estafar (y ya no caigo). El día siguiente sirvió para
planear todo el recorrido y ver un poco la ciudad.
Primeras impresiones: Vietnam es el
país de las vespas. Hay miles, pero no es tan impactante como
Jakarta, sigue ganandose el premio con la cantidad. Lo curioso de
aquí es todas son vespas y ya prometimos que no nos vamos a ir sin
manejar una.
Ho Chi Minh es lindo, tiene parques y
tiene verdes, cosa que ya me había desacostumbrado a ver. Lo
interesante de este lugar es que tiene mucha historia de guerra, se
escucha hablar mucho de ella todavía y las consecuencias fisicas y
emocionales se ven en la gente, es muy reciente.
Hicimos un tour para ver los tuneles de
Cu Chi, como a una hora de Saigon. Los vietnamitas son bien
inteligentes. Durante la guerra construyeron todo un sistema bajo
tierra conectado por tuneles para esconderse ahí de bombardeos y
salvar a su gente, con salidas de aire, agua y hasta cocinas que no
tiraban humo para no ser descubiertos. Es como ver ese juego para
niños donde uno metía hormigas entre dos plásticos y se podía ver
los tuneles, así.
Nosotras de hecho caminamos por los
tuneles, es muy impresionante sentir que uno está donde hubo
historia, donde volaron muchas cosas en realidad... Yo no pude estar
más de dos minutos adentro, cada vez ibamos más para abajo, con
menos espacio (uno va casi de cuatro patas), con menos luz, el aire
cada vez más denso y más caliente y sin vuelta atrás, porque viene
gente y no hay campo para dar vuelta. Fui feliz cuando salí.
De camino el guía nos contó su
historia, bastante triste. El no quería pelear y estaba obligado a
convertirse en soldado, entonces se hizo traductor oficial y más
bien terminó trabajando para la CIA. Dice también que se acuerda
que estando más pequeño, su papá hizo tuneles en el jardín de su
casa y se acuerda cuando militares entraron a su pueblo, de
tener mucho miedo. Dice que perdió a muchos amigos y gente que
quería, y que pasaron hambres. Y que nadie nunca volvió a ser el
mismo después.
Fuimos al museo de la guerra también, bastante antigringo, por supuesto. Tenían varios pisos de
exposiciones de fotos muy gráficas con todas las torturas que
sufrieron los vietnamitas, muertos, y después habían fotos de todas
las consecuencias físicas en las personas de las bombas, bebes y
niños con malformaciones terribles. Yo no pude terminar de verla, me
tuve que salir. Tenían también un tributo a todos los
fotoperiodistas que murieron cubriendo la guerra.
La original
Fuimos también al Cao Dai Temple.
Cuando llegamos no entendíamos muy bien de que religión era, porque no
seguía ningún diseño específico, muy raro. Adentro estaba pintada
con nubes y tenía columnas rosadas con dragones. Después
investigamos y esta nueva religión es basicamente una mezcla de
todas las religiones, desde cristianismo e islam hasta hinduismo.
Ven que raro...
En el hostel conocimos a los chicos con
quienes compartimos el cuarto, unos ingleses que simplemente
renunciaron a su trabajo y dejaron todo para viajar 6 meses por Asia.
Cada vez es más comun toparme con gente así, viajera. Hemos visto
que aquí hay mucho turista inglés y francés, a diferencia de
Indonesia por ejemplo, que esta lleno de Australianos.
Volviendo a los chicos, nuestro último
día ahí nos fuimos a un bar con ellos (Ho Chi Minh es famoso por su
vida nocturna, hay muchos muchos barcitos) y terminamos a las 4 de la
mañana discutiendo el conflicto entre Argentina e Inglaterra por las
Malvinas. A mi me hizo gracia, ellos peleando en serio y yo sin decir
nada, mi único comentario, porque no podía ponerme del lado de
ninguno, fue que Costa Rica no pelea con nadie, que ni tenemos
ejercito.
Novias
De ahí tomamos un bus y nos fuimos
para un pueblito costero, Mui Ne. Esa fue nuestra segunda parada. En
realidad solo estuvimos un día, paramos para ver unas dunas enormes. Son famosas porque estamos en clima tropical y es muy raro este tipo de
paisaje aquí.
Mar Chino
Fuimos a ver el amanecer a las dunas y a la vuelta
nos quedamos dormidas más de lo que debíamos en el hotel. No
alcazamos a comprar los tiquetes del bus y solo hay uno diario, asi
que nos tuvimos que quedar una noche más. Ya vamos con un día de
atraso en nuestro calendario, pero no importa, estamos paseando...
Andrea
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