Nos despedimos de Vietnam con un viaje
de 2 días a Ha Long Bay. El lugar es súper lindo, se parece un poco
a Palawan en Filipinas, pero el agua es diferente y Ha Long Bay mucho
más turístico.
Compartimos el barco con un grupo de
estudiantes de medicina de Paris, un par de suizos, inglesas y una
alemana. El guía nos hizo presentarnos, cosa que hizo que nos
sintiéramos como en el primer día de clases, y esta ha sido de las
pocas veces que alguien sabe que Costa Rica queda en Centroamérica y
no en el Sur, o que no es una isla, o que no somos parte de Estados
Unidos, y hasta que se siente como un alivio.
Ya me ha tocado que me pregunten cosas
como “y en Costa Rica tienen como un idioma?” o que me vean con
cara de signo de pregunta cuando les digo de donde soy, y Andrea está
cansada que le respondan “Messi”. Así que ya estamos empezando a
inventar o a decir que sí a lo que sea que inventen ellos, a veces me
dicen Obama y nada más digo que sí, porque en serio ya hemos
explicado tantas veces lo mismo, que nos da pereza, el discurso lo
tenemos memorizado “Argentina is in the south, Costa Rica is in
Central America. No, it's not the US, its south of there, in Central
America, next to Panama, do you know Panama?” y generalmente la
respuesta es no... Caso perdido.
Pero de vuelta al paseo, pudimos andar
en kayak un rato y los chicos saltar del barco al mar (como 3 pisos
de alto, yo no lo hice por miedosa), y pasamos una noche bonita
tomando y hablando de viajes y lugares que hemos visto, en el deck
con el cielo completamente despejado, nos tocaron hasta estrellas
fugaces (suena muy cliché yo sé).
Se ve el miedo?
Después de eso lo que nos tocó fue
creo que el peor viaje en bus de la vida, de Hanoi a Luan Prabang, en
Laos. Toma más o menos un día, pero salía muchísimo mejor viajar
por tierra, y todos los días hay buses llenos de backpackers que lo
hacen, además de que habíamos conseguido la visa de Laos antes de
salir de Hanoi. Todo perfecto.
La cosa es que pasaron por nosotras a
las cinco, el vietnamita comenzó a contar gente y de lo que
entendimos, le faltaba alguien. Una hora después de estar contando a
la misma gente y que no le apareciera el que le faltaba, se fue a
traer a la muchacha que nos vendió los tiquetes. Al parecer nos
había apuntado doble a nosotras y toda esa hora desperdiciada él
nos estaba buscando, porque apenas ella nos vió, solo nos saludó
toda contenta y nos pudimos ir.
El bus (con camas) iba casi vacío,
solo con extranjeros, y nos advirtieron que ahorita montaban más
gente. La cosa es que cuando me desperté, habían apagado el aire,
estaba haciendo mucho calor. Estaban montando como a 25 señores
vietnamitas que olían súper feo, hicieron un escándalo y eran
bastante cochinos. De repente amontonaron un montón de valijas a la
par mía, y detrás vino un chiquito como de 3 o 4 años corriendo,
se subió en las valijas y quedó exactamente al nivel de mi cama.
Comenzó a llorar y la mamá vino detrás corriendo con una bolsa de
plástico... El chiquito se vomitó todo.
Amanecimos en la frontera con Laos, a
las siete de la mañana. Mientras esperamos fuimos al baño del lado
de Laos, los policías nos dejaron pasar así sin nada y luego
devolvernos al lado de Vietnam para después volver a cruzar la
frontera.
El sombrero que nos acompaña desde hace días
Buenos días
Nuestro mejor intento. Cara de destrozadas.
Duramos como 4 horas ahí, porque unas
chicas se fueron sin plata para la visa confiando que había un ATM.
Estábamos en el medio de la nada. El chofer les prestó y cuando
estábamos a punto de irnos, el bus se descompuso. Ya ahí comenzó
mi desesperación. Nos cambiaron de bus y alguna gente no encontró
sus cosas, por suerte todo lo nuestro estaba ahí.
Ciao Vietnam.
Como a las dos de la tarde nos pararon
a comer por primera vez, en un lugar que nos estafó, nos cobraron
como 5 dólares por un plato gigante de arroz (era lo único en el
menú). Después de ahí seguimos horas hasta que se hizo de noche y
comenzamos a dejar gente en el camino. Por lo menos la vista que
tuvimos fue linda, en medio del bosque, solo verde.
Ya en la noche estábamos vueltas locas,
llevábamos más de 24 horas, íbamos incómodas, el aire no
funcionaba bien y alguien más volvió a vomitar, esta vez una mujer
adelante que parecía que se iba a morir. Por un momento me di cuenta
que tan lejos estaba de mi casa en Costa Rica, y por primera vez en
meses, quise estar ahí. Pero bueno, anunciaron Luan Prabang y fue
increíble.
Así que 28 horas después, aquí
estamos, en Laos, contentas y recuperadas. Hice cuentas y eso es lo
que va a durar mi vuelo de Manila a San José. Nunca más vuelvo a
hacer eso.
cuándo se viene el próximo post .. ahh????!!! besos loca!!
ResponderBorrar