domingo, 16 de junio de 2013

Cruzando fronteras

Nos despedimos de Vietnam con un viaje de 2 días a Ha Long Bay. El lugar es súper lindo, se parece un poco a Palawan en Filipinas, pero el agua es diferente y Ha Long Bay mucho más turístico.












Compartimos el barco con un grupo de estudiantes de medicina de Paris, un par de suizos, inglesas y una alemana. El guía nos hizo presentarnos, cosa que hizo que nos sintiéramos como en el primer día de clases, y esta ha sido de las pocas veces que alguien sabe que Costa Rica queda en Centroamérica y no en el Sur, o que no es una isla, o que no somos parte de Estados Unidos, y hasta que se siente como un alivio.

Ya me ha tocado que me pregunten cosas como “y en Costa Rica tienen como un idioma?” o que me vean con cara de signo de pregunta cuando les digo de donde soy, y Andrea está cansada que le respondan “Messi”. Así que ya estamos empezando a inventar o a decir que sí a lo que sea que inventen ellos, a veces me dicen Obama y nada más digo que sí, porque en serio ya hemos explicado tantas veces lo mismo, que nos da pereza, el discurso lo tenemos memorizado “Argentina is in the south, Costa Rica is in Central America. No, it's not the US, its south of there, in Central America, next to Panama, do you know Panama?” y generalmente la respuesta es no... Caso perdido.

Pero de vuelta al paseo, pudimos andar en kayak un rato y los chicos saltar del barco al mar (como 3 pisos de alto, yo no lo hice por miedosa), y pasamos una noche bonita tomando y hablando de viajes y lugares que hemos visto, en el deck con el cielo completamente despejado, nos tocaron hasta estrellas fugaces (suena muy cliché yo sé).





Se ve el miedo?



Después de eso lo que nos tocó fue creo que el peor viaje en bus de la vida, de Hanoi a Luan Prabang, en Laos. Toma más o menos un día, pero salía muchísimo mejor viajar por tierra, y todos los días hay buses llenos de backpackers que lo hacen, además de que habíamos conseguido la visa de Laos antes de salir de Hanoi. Todo perfecto.

La cosa es que pasaron por nosotras a las cinco, el vietnamita comenzó a contar gente y de lo que entendimos, le faltaba alguien. Una hora después de estar contando a la misma gente y que no le apareciera el que le faltaba, se fue a traer a la muchacha que nos vendió los tiquetes. Al parecer nos había apuntado doble a nosotras y toda esa hora desperdiciada él nos estaba buscando, porque apenas ella nos vió, solo nos saludó toda contenta y nos pudimos ir.

El bus (con camas) iba casi vacío, solo con extranjeros, y nos advirtieron que ahorita montaban más gente. La cosa es que cuando me desperté, habían apagado el aire, estaba haciendo mucho calor. Estaban montando como a 25 señores vietnamitas que olían súper feo, hicieron un escándalo y eran bastante cochinos. De repente amontonaron un montón de valijas a la par mía, y detrás vino un chiquito como de 3 o 4 años corriendo, se subió en las valijas y quedó exactamente al nivel de mi cama. Comenzó a llorar y la mamá vino detrás corriendo con una bolsa de plástico... El chiquito se vomitó todo.

Amanecimos en la frontera con Laos, a las siete de la mañana. Mientras esperamos fuimos al baño del lado de Laos, los policías nos dejaron pasar así sin nada y luego devolvernos al lado de Vietnam para después volver a cruzar la frontera.


El sombrero que nos acompaña desde hace días




Buenos días
Nuestro mejor intento. Cara de destrozadas.

Duramos como 4 horas ahí, porque unas chicas se fueron sin plata para la visa confiando que había un ATM. Estábamos en el medio de la nada. El chofer les prestó y cuando estábamos a punto de irnos, el bus se descompuso. Ya ahí comenzó mi desesperación. Nos cambiaron de bus y alguna gente no encontró sus cosas, por suerte todo lo nuestro estaba ahí.



Ciao Vietnam.

Como a las dos de la tarde nos pararon a comer por primera vez, en un lugar que nos estafó, nos cobraron como 5 dólares por un plato gigante de arroz (era lo único en el menú). Después de ahí seguimos horas hasta que se hizo de noche y comenzamos a dejar gente en el camino. Por lo menos la vista que tuvimos fue linda, en medio del bosque, solo verde.

Ya en la noche estábamos vueltas locas, llevábamos más de 24 horas, íbamos incómodas, el aire no funcionaba bien y alguien más volvió a vomitar, esta vez una mujer adelante que parecía que se iba a morir. Por un momento me di cuenta que tan lejos estaba de mi casa en Costa Rica, y por primera vez en meses, quise estar ahí. Pero bueno, anunciaron Luan Prabang y fue increíble.


Así que 28 horas después, aquí estamos, en Laos, contentas y recuperadas. Hice cuentas y eso es lo que va a durar mi vuelo de Manila a San José. Nunca más vuelvo a hacer eso.  

1 comentario: