domingo, 14 de julio de 2013

El último post


Los últimos días allá se sintieron bittersweet, como con nostalgia de no quererme ir. Y ahora que estoy de vuelta en mi casa me sigo sintiendo igual, todavía no termino de procesar el viaje o que ya se me acabó.

Estuve pensando de que manera terminar este blog y lo único que puedo hacer es invitarlos a que viajen, es la manera más increíble de aprender.

No se si yo hoy soy otra persona por estos últimos meses pero pensando en todas las experiencias que viví, con toda la gente que conocí, definitivamente se me abrieron los ojos a un montón de posibilidades y realidades que jamás me imaginé que existían.

Estar expuesto a cosas que funcionan tan diferente a occidente creo que solo puede ser positivo. Lo hacen crecer, porque lo saca a uno de la burbuja, de esa zona de confort de la que hablé al puro principio en el blog, y le enseña a uno a ser más tolerante, a entender porque la gente es como es y a ver el mundo desde otras perspectivas que talvez no se nos habían ocurrido. Yo terminé amando todas esas diferencias.

Y las relaciones que se construyen durante momentos como estos son completamente diferentes, muy intensas. Uno comparte experiencias que nadie más va a entender por más que uno lo explique, porque nadie más lo vivió con uno, y solo nosotros sabemos como fue o como se sintió. Tengo amigos nuevos que siento que son de toda la vida.

Así que mi recomendación es que si pueden viajar, viajen. No hay que pensarlo tanto, vale la pena y es plata bien invertida, es experiencia para la vida. Para mi, de las mejores experiencias que uno puede llevarse. 

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