Estoy llegando al final de la primera parte
de mi viaje y quiero presentarles a mi host family. Ellos me hospedaron durante
todo mi intercambio. Me recibieron muy contentos y literalmente se convirtieron
en mi familia durante estos dos meses. Y ahora que mi programa se está
acabando, ando con sentimientos encontrados, les tengo mucho cariño y se que me
van a hacer falta cuando me vaya.
Familia casi completa, falta Dhanisa
Es una casa llena de gente y todos muy
ocupados. Ellos son Huda y Lifa, y sus hijos Bradra, Dhanisa y Rana. No es
común que las personas en Indonesia, con excepción de algunos en Sumatra, tengan
apellidos, lo que tienen son varios
nombres y se les llama por uno nada más.
Huda es abogado y Lifa dice que su profesión
es administradora de la casa (muy cierto). Ella es muy vacilona, siempre está
contenta y se ríe por todo. Le gusta hablar conmigo porque dice que así
practica inglés, pero en realidad nuestras conversaciones son medio bahasa
medio inglés medio mímica, y funciona! He comprobado que hay muchas formas de
comunicación efectiva además del idioma y que solo necesito alrededor de 10
palabras en bahasa para sobrevivir.
A ella le agradezco montones que me hubiera
cuidado cuando me enfermé. No hay nada peor que estar enfermo lejos de la casa,
y por dicha Lifa me cuidó como una hija más. Me compró medicinas y paso
haciéndome jugos de frutas para subirme las defensas.
Mis “hermanos” también se ganaron un 100. Son
muy serviciales, me incluyen en todos sus planes y les gusta enseñarme cosas
nuevas… comida, lugares, y cosas que les gusta hacer. Las conversaciones
siempre son interesantes, me han preguntado mucho de Costa Rica. Y bueno, ya
han escuchado de Dhanisa en posts anteriores, ella trabaja para Aiesec y fue la
que ofreció su casa para mi. Nos hicimos muy amigas.
Creo que vivir con una familia indonesia y no
como turista fue de las mejores cosas que me pasó. Aprendí un montón sobre sus
costumbres, comenzando con la religión, que es de las cosas más fuertes que
influencian a la sociedad en este país.
Ellos son musulmanes, entonces les toca rezar
5 veces al día y las mujeres usan el velo cuando salen de la casa. La única que
no lo usa es Dhanisa porque dice que le da calor, y eso está bien también,
porque en realidad es una decisión personal (pero creo que esta familia es más
liberal que otras). He visto que cuando Lifa lee el Corán, se viste de blanco y
los viernes Rana vuelve temprano del colegio porque son días
especiales para que los hombres recen, las mujeres no.
He tenido cuidado también con la manera de
vestir, de hecho Huda me comentó un día que hasta mi chofer de ojec (de moto, y
si, ando en moto) les dijo que le gustaba mi manera de vestir porque era muy
respetuosa.
Con el tema de las fiestas, obviamente no
toman, hasta hay familias que le prohíben a los hijos salir y tiene horas
de llegada muy temprano, pero este no es el caso de nosotros. Considero que son
bastante liberales, o que están acostumbrados a los extranjeros, pero de todas
formas he seguido sus reglas por respeto. Además, por dicha Dhanisa siempre se
apunta a salir conmigo, y ella tiene las llaves.
He escuchado de otros voluntarios que sus
familias los dejan afuera si llegan tarde y tienen que escalar el portón para
entrar a la casa.
Después, no estoy completamente segura pero
creo que el diseño de su casa también tiene que ver con la religión. Son dos
casas conectadas por el medio, ellos dicen que para hacerla más grande, pero en
una casa viven las mujeres y en otra los hombres. Eso si, comparten en la misma
sala y cocina.
La cocina es otro tema. Siempre hay comida en
la mesa, para que el que quiera comer cuando sea, lo pueda hacer, pero eso
quiere decir que casi no usan la nevera. Al menos para las cosas que ya están
cocinadas. Y en la cocina se pueden encontrar cosas como 50 kilos de arroz en
bolsa y muchos, muchos chiles (esperen el post de comida).
Otro miembro importante de la familia es
María, la muchacha que los ayuda. Tengo una teoría de que su nombre viene de
las novelas mexicanas, pero ella no sabe de donde es. Está aquí los siete días
de la semana y es indispensable. Desde el principio que le dije que no como
picante, el chile lo pone a la par y no en la comida (mis accidentes con comida
picante han sido afuera de la casa). Y es la que me ayuda siempre a conseguir
ojecs.
Solo hubo un día que se llevó el control del
aire acondicionado y se hizo la que no sabía, que casi me muero. Pero bueno,
ella también ha sido súper amable conmigo. Y por suerte habla un poco de inglés,
que es raro para cualquier persona Indonesia, porque cuando digo que nadie
habla inglés, es en serio que nadie lo habla, ni una palabra.
Y el último miembro de la familia es Molly,
la gata más gorda que he visto y la única que conozco que come chile. Aquí
abundan los gatos, y alguien me explicó que en Indonesia, con excepción de
Bali, no hay perros porque la gente cree que tienen espíritus malos y que
reparten muchas enfermedades. Los matan. Y bueno, vimos que en Sumatra se los
comen…
Despedirme de ellos y de toda la gente que he
conocido aquí en realidad, ha sido difícil. Así que mejor quedamos en que nos
vamos a volver a ver, aquí o en algún otro lugar en el mundo, hacemos una reunión
o algo así.
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